REDUCCIÓN DEL USO DEL EFECTIVO EN MÉXICO

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Por: L.C.P. Diana Laura López Vásquez

 

En el contexto de la economía mexicana, podemos identificar que en la mayoría de las operaciones que se realizan, el uso del efectivo como medio de pago prevalece en comparación de cualquier otro medio (cheque, tarjeta de crédito o débito, entre otros), no obstante, aun y cuando el uso de billetes y monedas se adapta en mayor medida a las necesidades de la sociedad en general por las características que posee, para la autoridad hacendaria el uso del efectivo es costoso por el número de transacciones que quedan sin registrar y que no pagan el impuesto correspondiente.

 

Al respecto, el gobierno pretende implementar diversos mecanismos para la reducción del uso del efectivo, sin embargo, la disminución no se supedita a un solo factor, sino a una serie de políticas que contribuyan a la adopción de nuevos métodos de pago y a disminuir significativamente el uso del efectivo, trayendo consigo el combate eficiente de la evasión fiscal, la corrupción, la informalidad y de los actos ilícitos.

 

Reducción del uso del efectivo en México

Previo a abordar los esquemas que se pretenden implementar por los organismos competentes para la disminución del uso del efectivo en México, cabe señalar que algunos países han implementado diversos esquemas para incentivar la disminución del referido medio de pago.

 

Países como Colombia, en su Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR) se contempla la devolución de dos puntos de dicho impuesto, a las personas que paguen bienes y servicios con tarjetas de crédito o débito. Por su parte, Argentina, a través del Régimen de Devolución Parcial del Impuesto al Valor Agregado, restituye el 4.13 por ciento al consumidor final que realicen compras de bienes o contratación de personas físicas, hasta por un monto de $1,000.00.[1]

 

Igualmente, en Uruguay, se establece una tasa diferenciada de dos puntos porcentuales a la tasa del Impuesto al Valor Agregado (IVA), la misma aplica en el pago de bienes y servicios con tarjeta de débito, pagos electrónicos u otros análogos.[2]

 

Tal y como se aprecia, la transición gradual hacia una reducción del uso del efectivo ha ido en aumento en distintos países del mundo.

 

Por su parte, en México, el Servicio de Administración Tributaria ha establecido medidas con la finalidad de controlar el uso del efectivo por parte de los contribuyentes, un claro ejemplo es en materia del Impuesto Sobre la Renta, en el cual, los contribuyentes para proceder con la deducción de pagos mayores a $ 2, 000.00, estos deberán ser pagados con un método distinto al efectivo (art. 27 fracción III de la LISR).

 

En materia de prevención de lavado de dinero, la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita establece en ciertos actos u operaciones la restricción de liquidar o pagar, así como de aceptar la liquidación o el pago de actos u operaciones mediante el uso de monedas y billetes en moneda nacional o cualquier otra divisa y metales preciosos. Como ejemplo, tenemos la compraventa de inmuebles, donde el límite máximo para el pago con efectivo asciende a $ 678,032.25, en la compraventa de vehículos, ya sean aéreos, marítimos o terrestres el límite máximo es de $271,212.90.[3]

 

Como puede observarse, en los últimos meses el gobierno ha insistido en implementar mecanismos con la finalidad de restringir o en su caso eliminar el uso del efectivo, principalmente en contra de la evasión fiscal, ya que los sujetos prefieren utilizar el efectivo al existir mayor privacidad en comparación con los otros medios de pago; en los cuales es fácil rastrear el origen del recurso, así como a las personas involucradas en la operación.

 

Adicionalmente a las medidas que ya se han implementado, algunas de las que se han propuesto actualmente son las siguientes:

 

Cobro Digital (CoDi)

Un claro ejemplo de las acciones del gobierno que tienen como objetivo incentivar la utilización de medios de pago distintos al efectivo, es la plataforma de Cobro Digital (CoDi) desarrollada por el Banco de México (Banxico), posibilitando la realización de operaciones de compra-venta de bienes o de pago de servicios en segundos de una manera eficiente y segura. Dicho esquema operará 24 x 7, hasta por un monto de 8 mil pesos y sin pagar comisiones.[4]

 

El objetivo central del CoDi es reducir el uso del efectivo y facilitar las transacciones entre las personas y comercios que favorezcan la inclusión financiera y social. Adicionalmente, es importante señalar que, de acuerdo con los avances publicados en la página oficial de Banxico, dicho esquema comenzará a operar a finales del mes de septiembre de 2019.

 

Iniciativa que propone la implementación de estímulos fiscales para hacer más atractivo el pago electrónico

En relación a lo anterior, con fecha 03 de septiembre de 2019, el diputado Miguel Acundo González del Grupo Parlamentario de Encuentro Social, presentó una iniciativa que busca contribuir en la implementación de políticas fiscales que faciliten y promuevan el uso de tarjetas de crédito y débito, lo anterior, mediante el otorgamiento de estímulos fiscales para hacer más atractivo el pago electrónico; además, de posibilitar la deducción del costo de instalación y operación de las Terminales Punto de Venta (TPV).[5]

 

Para tal fin, el diputado propone en su iniciativa reformar la Ley del Impuesto al Valor Agregado para establecer una tasa diferenciada en el pago del IVA de 16 % para operaciones en efectivo y el 13 % para el resto de los medios de pago (tarjetas débito y crédito, cheque y medios electrónicos).

 

Asimismo, propone modificar la LISR para establecer la deducción de los gastos de instalación y operación de las TPV.

 

Por lo antes expuesto, se estima que, en un futuro próximo, el uso de medios de pago y transferencias electrónicas, sea el principal mecanismo de fiscalización, toda vez que la autoridad tendrá mayor facilidad de monitorear y gravar las operaciones efectuadas por la sociedad en general.

 

Consideraciones finales

Sin duda, es importante tener presente las nuevas tendencias en torno a la economía del país, ya que, si bien es cierto, en materia fiscal se ha experimentado la transición del uso del efectivo a medios electrónicos de pago, no hay que perder de vista que para que se lleve a cabo con éxito, se deben compaginar diversas políticas para lograr la disminución del uso del efectivo, entre ellos, la inclusión financiera, la inversión en tecnología que conecte comercios y consumidores utilizando TPV a bajo costo, acceso a internet y servicios de telefonía móvil para realizar pagos y transferencias bancarias, entre otros.

[1] Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO), USAID del pueblo de los Estados Unidos de América. Reducción de uso de efectivo e inclusión financiera. Disponible en el siguiente enlace: https://imco.org.mx/wp-content/uploads/2016/01/2016-Reduccion_uso_efectivo-Documento_completo.pdf

[2] Ibídem.

[3] Sistema del Portal en Internet “SPPLD”, restricción de uso de efectivo y metales. Disponible en el siguiente enlace: https://sppld.sat.gob.mx/pld/interiores/restriccion.html

[4] Banco de México. Sistemas de pago de valor bajo, información sobre CoDi Cobro Digital. Disponible en el siguiente enlace: http://www.banxico.org.mx/sistemas-de-pago/codi-cobro-digital-banco-me.html

[5] Gaceta Parlamentaria año XXII, número 5357-II, martes 3 de septiembre de 2019. Iniciativa que reforma y adiciona diversas disposiciones de las Leyes de los Impuestos al Valor Agregado, y sobre la Renta, a cargo del diputado Miguel Acundo González, del Grupo Parlamentario del PES. Disponible en el siguiente enlace: http://gaceta.diputados.gob.mx/Gaceta/64/2019/sep/20190903-II.html#Iniciativa4[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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